Parecía estacionado. César Vallejo fue superado en posesión de la pelota durante los noventa minutos. Aurich pasaba y pasaba El cuadrado que el profesor Viera sembró en el medio. Allá los chiclayanos que no aprovecharon sus muchísimas oportunidades para anotar. No se entiende cómo su 4-2-3-1 que tan bien le funcionó en la Libertadores hoy solo dé sueño. Si tiene insomnio, ver la repetición de este partido es altamente recomendable.
Los cambiazos: Descarrilados
Una atenuante tiene Vallejo para un funcionamiento tan discreto. Es que el ‘Vagón’ Héctor Hurtado abandonó el campo por lesión desde muy temprano. Saulo Aponte, su reemplazante, tuvo una tarde bastante floja. Por su lado, Aurich ganó profundidad (pero no precisión) en el ataque cuando Tejada reemplazó a Correa y otro poquito más (siempre de profundidad solamente) cuando Mendoza ingresó en lugar de Cevasco. Casas entró por Candelo para cerrar el resultado pero ni eso le funcionó a los poetas.
El capo: Joel Pinto
Sin ser tan capo tampoco, pero el partido fue tan bajito en su nivel que el arquero es el escogido porque detuvo casi todos los (malos) remates que ejecutaron los atacantes chiclayanos. En el gol de Zúñiga no tenía nada que hacer.
El extraviado: Jesús Arismendi
El 'Moncho', que ha sabido regalar buenos partidos, esta vez no lució. Estuvo 45 minutos en el campo y no participó nunca del juego. En Vallejo tiene pocas oportunidades y debe aprovecharlas mejor.
Jailaits
Al que madruga: Desde temprano Vallejo se puso en ventaja gracias a un gran gol de Candelo. En esa misma jugada, se lesionó Hurtado, lo que pudo comprometer el desempeño del ataque. Luego de eso, los trujillanos hicieron poco y nada pero la providencia lo salvó de la derrota gracias a esa tempranera anotación.
¡Sopla fuerte pues! Maneja el balón, controla los ataques del rival y se acerca al arco contrario. Pero a la hora de la verdad, no pasa nada. Tejada juega poco y Zúñiga está en un nivel por debajo del que se le conoce. Afilen los chimpunes señores
El que ríe al último: Recién pudieron sonreír al minuto 90. Un par de cabezazos que simularon una carambola y adentro. Así empató Aurich. Un partido completo de dominio y un solo gol. No es para reír, tampoco para felicitarlos. Al menos salvaron el "puntito".
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